Pterigio
¿Qué es el Pterigio?
Es una lesión degenerativa de la conjuntiva (membrana mucosa que recubre el ojo) y que se ve como una carnosidad que va invadiendo la córnea (lente transparente anterior del ojo).
¿Quiénes sufren de Pterigio?
Es una lesión de adultos jóvenes, mayores de 20 años. Se presenta especialmente en zonas tropicales y en personas expuestas a radiación ultravioleta. Existen factores hereditarios que predisponen a la formación del Pterigio, pero también hay otros factores predisponentes como inflamaciones crónicas de los ojos y alteraciones de la película lagrimal.
¿Es una lesión maligna?
No, el Pterigio se considera una lesión benigna, no cancerosa, sin embargo se debe observar con regularidad porque en algunas ocasiones puede desarrollarse una lesión maligna.
¿Qué problemas causa?
En las fases iniciales puede ser una lesión muy pequeña y que no produce síntomas, sin embargo ante situaciones de sequedad o contaminación ambiental, el ojo empieza a incomodar y a irritarse. Esos síntomas se van haciendo más frecuentes si la situación se perpetúa y a medida que el Pterigio va creciendo o sufre inflamación local. En fases más avanzadas en que el Pterigio ya está invadiendo bastante la córnea, puede causar alteraciones visuales por deformar ese lente que es importante para la visión. Además, en algunos casos puede llegar a invadir el centro de la córnea que es donde está el eje visual y dificultar el paso de la luz al ojo.
¿Cómo se trata?
En las fases iniciales y si no hay síntomas, se puede sólo observar y tomar medidas preventivas como usar gafas que protejan de la radiación ultravioleta y mantener la lubricación de los ojos especialmente en situaciones o lugares donde hay mayor sequedad.
Cuando el Pterigio ya está muy sintomático, independiente de su tamaño, se puede hacer un manejo inicial con colirios anti-inflamatorios durante un tiempo, pero si persisten los síntomas se debe pensar en cirugía.
¿Cómo es la cirugía?
Es una cirugía ambulatoria, se puede realizar con anestesia local o general (según lo decidan el oftalmólogo y el paciente), de corta duración. Consiste en resecar el Pterigio, dejar muy limpia y pulida la superficie y poner luego en ese sitio una conjuntiva sana que se toma generalmente de otra parte del mismo ojo para llenar el espacio que quedó descubierto y evitar que la fibrosis y el tejido cicatricial invada de nuevo la córnea. En algunos casos más severos se deben usar algunas sustancias que disminuyan la reacción cicatricial. En el postoperatorio se debe guardar reposo, protegerse de factores irritantes como sol, polvo, viento, etc., usar colirios lubricantes y anti-inflamatorios, y asistir a los controles postoperatorios. Se recomienda evitar piscinas, saunas, turcos, mar, etc. al menos durante 1 mes.
¿Qué riesgos tiene?
Es una cirugía que se ha considerado sencilla por realizarse sólo en la superficie del ojo, sin necesidad de abrir el ojo, por tanto no tiene los riesgos de una cirugía intraocular, sin embargo es un procedimiento que debe realizarse con mucho cuidado y con muy buena técnica quirúrgica para obtener los resultados adecuados. Las complicaciones que más se pueden presentar son: infección, daño o pérdida del injerto, úlceras de la córnea que a veces son difíciles de cicatrizar, o trastornos de refracción y reproducción del Pterigio. Ésta última es tal vez la más conocida y que más inquieta al paciente. Afortunadamente, con las técnicas quirúrgicas actuales se ha disminuido mucho el riesgo de reproducción.
RECOMENDACIONES ESPECIALES
- Aunque el Pterigio es una lesión benigna se le debe prestar atención, y ponerse en manos de un oftalmólogo de confianza que esté atento al manejo adecuado del problema.
- Cada vez tenemos más exposición a radiación UV y a factores irritantes, tomemos todas las medidas de precaución para cuidar nuestros ojos.
- En ambientes laborales de riesgo, exijamos las medidas de protección adecuadas.
- Recordemos: "Ojos sanos son ojos bellos".