Oncología ocular

¿Puede existir cáncer en el ojo?

Es una pregunta frecuente y la respuesta es sí.

No es muy común, pero puede llegar a ser grave y causar pérdida visual e incluso la muerte por metástasis.

En la piel de los párpados pueden presentarse tumores malignos, el más común de ellos es el Carcinoma Basocelular. Este tipo de lesión se inicia como un pequeño nódulo o úlcera que no sana, no duele, pero que va creciendo lentamente y puede acompañarse de pérdida de pestañas. Su tratamiento consiste principalmente en cirugía y extracción completa del tumor.

En la superficie del ojo también pueden presentarse tumores malignos que son confundidos fácilmente con pterigión en sus fases iniciales y que se caracterizan por su rápido crecimiento y deben ser igualmente retirados mediante cirugía por el oftalmólogo.

Dentro del ojo se presentan tumores tanto en niños como en adultos. Son los más graves porque no se ven, crecen silenciosamente y son los más agresivos porque pueden causar ceguera y la muerte por metástasis. En los niños el más común es el Retinoblastoma el cual se presenta en 1 de cada 15.000 niños que nacen. Puede presentarse inicialmente con un reflejo blanco en la pupila, similar al brillo de los ojos de los gatos en la noche o detectarse por las fotografías tomadas con flash.

Cuando se sospecha, hay que consultar al oftalmólogo con urgencia quien orientará sobre su manejo. Dentro de las opciones de manejo se dispone de cirugía, láser y quimioterapia venosa. Este último procedimiento consiste en introducir un pequeño catéter por una arteria de la ingle y llegar hasta la arteria del ojo para introducir los medicamentos.

Cuando el tamaño del tumor maligno es muy grande, se debe extraer el ojo (enucleación). En casos con menor compromiso existe la opción de realizar un tratamiento novedoso con placas radioactivas que se colocan junto a la pared externa del ojo dentro de la órbita por algunos días. Es una excelente opción de tratamiento.

En los adultos puede aparecer un cáncer que crece dentro del ojo conocido como Melanoma de Coroides. Se puede manifestar inicialmente con disminución de la visión por lo que se consulta al oftalmólogo quien puede en un examen rutinario descubrirlo. Este tumor se origina de lunares o manchas pigmentadas que hay dentro del ojo, que en algún momento empiezan a crecer.

También en la cavidad ósea de la órbita que contiene el ojo, se pueden originar tumores malignos que generan una protrusión del ojo hacia fuera asociado en ocasiones con pérdida visual. Estos deben ser tratados en su mayoría con cirugía.

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