Traumatismos de vía lagrimal

La vía lagrimal excretora se encarga de drenar las lágrimas desde los párpados hasta el interior de la nariz, a través de una serie de conductos en el interior de los párpados, el ángulo interno de los párpados, hueso y cavidad nasal. Un inadecuado manejo o demora en la reparación de la vía lagrimal (más de 72 horas) luego de un traumatismo que comprometa cualquiera de estos conductos puede llevar a lagrimeo permanente, infecciones recurrentes y secreción constante en los párpados.

Para reparar la vía lagrimal se emplean dispositivos y técnicas de intubación de los conductos lagrimales, que los mantienen permeables mientras cicatrizan las heridas y luego se retiran o se mantienen en posición según el dispositivo que se haya requerido. De esta forma se preserva la función de drenar las lágrimas y se previene el incómodo y molesto lagrimeo.

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