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Oncología ocular: ¿Puede presentarse cáncer en los ojos?

Esta es una pregunta común, y la respuesta es sí. Aunque el cáncer ocular no es tan frecuente como otros tipos de cáncer, puede ser una condición grave que afecta la visión e incluso poner en riesgo la vida si se extiende a otras partes del cuerpo a través de metástasis. Existen diferentes tipos de tumores oculares, cada uno con características y manifestaciones propias. A continuación, exploramos los más comunes y cómo se presentan, para comprender mejor esta condición y sus posibles consecuencias.

Oncología ocular
El cáncer ocular requiere un diagnóstico temprano y tratamiento especializado para reducir riesgos.

Tumor en los párpados: Carcinoma Basocelular

En la piel de los párpados, uno de los tumores malignos más comunes es el carcinoma basocelular. Este tipo de cáncer suele comenzar como un pequeño nódulo o una úlcera que no cicatriza. Aunque no causa dolor, crece lentamente y puede estar acompañado de pérdida de pestañas en la zona afectada. El tratamiento principal es quirúrgico, con la extracción completa del tumor para evitar su progresión. 

Tumor en la superficie del ojo

En la parte externa del ojo también pueden desarrollarse tumores malignos. En sus etapas iniciales, estas lesiones pueden confundirse fácilmente con un pterigión, una condición más usual y benigna. Sin embargo, los tumores malignos se caracterizan por su rápido crecimiento y requieren atención especializada. El oftalmólogo debe realizar una cirugía para removerlos completamente y prevenir complicaciones.

Tumores malignos en la órbita

La órbita ocular, que alberga el globo ocular, los músculos y el tejido graso, también puede desarrollar tumores. Un ejemplo son los tumores de la glándula lagrimal, que pueden causar un “ojo saltón” unilateral, conocido como proptosis o exoftalmos, el cual se puede detectar mediante pruebas de imagen. 

Además, en esta región pueden aparecer linfomas orbitarios, hemangiomas cavernosos o tumores del nervio óptico, los cuales suelen responder bien a la quimioterapia. Aunque menos agresivos, estos tumores pueden comprometer la visión.

Cáncer dentro del ojo

Los tumores intraoculares, tanto en niños como en adultos, son los más preocupantes. Estas lesiones no son visibles a simple vista, crecen de manera silenciosa y suelen ser altamente agresivas. 

Los tumores malignos dentro del ojo pueden desarrollarse en varias capas:

Conjuntiva: Los carcinomas epidermoides pueden invadir tejidos adyacentes y requerir cirugía y quimioterapia tópica.

Úvea: Los melanomas uveales son los tumores más comunes en esta capa vascularizada. Su capacidad para hacer metástasis los convierte en una amenaza significativa, aunque son difíciles de detectar debido a su ubicación interna.

Retina: El retinoblastoma afecta principalmente a niños y tiene un fuerte componente genético. Con un diagnóstico temprano, más del 90% de los casos tienen un buen pronóstico, aunque la detección oportuna es clave para preservar la visión y la estructura ocular.

En los niños, el más frecuente es el retinoblastoma, que afecta a aproximadamente 1 de cada 15.000 nacimientos. Un signo temprano característico es un reflejo blanco en la pupila, similar al brillo en los ojos de un gato en la oscuridad, que a menudo se detecta en fotografías tomadas con flash.

Importancia de la detección temprana

Ante cualquier cambio o anomalía en los ojos o párpados, es crucial consultar a un especialista. El cáncer ocular, aunque poco frecuente, requiere un diagnóstico temprano y tratamiento especializado para minimizar sus riesgos. La detección a tiempo puede marcar la diferencia entre un tratamiento exitoso y complicaciones graves. Cuidar de la salud ocular es fundamental para preservar no solo la visión, sino también la vida. Si tienes dudas o notas algún síntoma sospechoso, no dudes en acudir a un oftalmólogo.

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